GRACIAS




Gracias a todas las personas que forman o han formado parte de mi vida. Cada una ha aportado su pequeño granito de arena. Y ahora todas esas influencias configuran la esencia de mi ser. Soy así por vosotros. Soy así y nadie me va a cambiar. Pero soy así y voy cambiando cada día, modelándome, ajustándome, adaptándome. Así es el vivir. No me arrepiento. Y si me caí..... me he levantado.
YOLANDA

martes, 19 de abril de 2011

TENGO MUCHO MIEDO

MIS FOBIAS A LOS CONTROLES DEL EMBARAZO

Para una persona como yo, que le tengo un gran temor a todas las intervenciones médicas, los controles que realizan durante el embarazo son para mi gusto excesivos (pero claro todo será por el bien de tu hijo, sino... serías una mala madre).
     
          Sí, si, me presento, soy LA MIEDOSA YOLANDA. Encantada de conocerles.



En cuanto me hice el primer predictor, mi alma se llenó de alegría... pero también se embadurnó de miedo porque sabía que me tendría que enfrentar a cada uno de los miedos que me han estado persiguiendo toda la vida (sacarme sangre, hospitales, pruebas diversas....). Y lo peor... sabía que NO TENIA ESCAPATORIA: O SI O SI. Menos mal que un embarazo dura 9 meses.

            Así cogí cita con la ginecóloga y allí me tumbé con tan solo 9 semanas de embarazo. Tendría que haber sido la experiencias más bonita de la vida  (ver por primera vez a tu futuro hijo/a... tan diminuto...una vida en tu interior por primera vez) pero debido a mi problema, viví y he vivido muchas de estas pruebas con sudor, nervios y malestar.... ¡QUÉ LE VAMOS A HACER!!

   La ginecóloga me vió algo nerviosa. Estaba sudando hasta los topes mientras me hacia la eco vaginal. Me llevaba las manos a la frente porque no sabía que hacer con ellas. ¡¡¡Vamos...una sugestión del copón!!! Porque en realidad no me estaba haciendo nada de daño. Pero mi fobia me lleva a este tipo de reacción o crisis de ansiedad. Me alarmo con nada.
             Poco después me pidieron un análisis de sangre completo. ME DESMAYÉ. Mi marido que es enfermero me sacó la sagre y recuerdo que aún estábamos en el piso de la playa. Fue tal la sugestión, que desconecté totalmente del mundo. Tengo que confesar que un desmayo para mí es algo super traumático. Pierdo el conocimiento totalmente y cuando vuelvo en sí no sé reconocer a las personas que me rodean. Es como un accidente de tráfico que pierdes parte de tu memoria (incluso lo he llegado a comparar con el tunel con la luz al final que describe mucha gente que ha estado clínicamente muerta) aunque en este caso enseguida vuelvo a la realidad. La sensación es angustiosa. ME CONFIESO. MI PROBLEMA ES UNA FOBIA AL MISMO DESMAYO, A PERDER EL CONTROL, A NO PODER ESCAPAR, pero todo relacionado con aspectos MÉDICOS (agujas, sangre, hospitales, médicos...).

    Así que, después de desmayarme aquel dia en el piso de la playa me dije a mí misma.... SOY UNA FRACASADA ¿Cómo voy a soportar un parto si me desmayo al sacarme sangre?

   Se me cayó el mundo encima. No sabía qué hacer. Se juntaron todos los cambios que tenía que hacer en mi vida (dejar de fumar, dejar de hacer spinning, dejar de tomar la medicación para la ansiedad, dejar ciertos hábitos alimenticios y de otra índole... muchos cambios sumados a mi gran problema de tener que afrontar todas las pruebas médicas del embarazo.

   Así fue como decidí ir a una psicóloga... Mayte, gracias por ayudarme a creer en mí, a tener un poquito de más confianza en mi cuerpo y en mis posibilidades como mujer y como madre. Gracias a ayudarme a desechar falsos pensamientos sobre mis posibilidades, por no dejar que mi autoestima se fuera por los suelos y a afrontar sombras del pasado.

   Tengo que decir algo en defensa de los Psicólogos. La terapia es efectiva cuando el paciente pone de su parte. Hay casos en los que, debido a la gravedad del problema psicológico, es necesaria la medicación. Sin ella, la terapia nunca podría llevarse a cabo. En mi caso, fue al revés. Me tuve que dejar la medicación que tomaba para la ansidedad por el embarazo y posteriormente enfrentarme a situaciones que incluso con la medicación LAS EVITABA (análisis de sandre, dentista, pruebas médicas...). Así que el primer día con la Psicóloga me derrumbé. La sala parecía un mar de lágrimas. No sabía por donde empezar. Lo único que sabía decir era: NO PUEDO, SOY DÉBIL, NO SOY CAPAZ...

   Con Mayte y sus terapias, pude ir conociendo y creyendo en métodos que me ayudarían a ir superando (con algo de miedo siempre claro) mis fobias a las intervenciones del embarazo. De todas las cosas que he aprendido, LA RESPIRACIÓN ha sido un apoyo fundamental para no desmayarme. Yo, sin darme cuenta, HIPERVENTILABA, e incluso cortaba la respiración por completo cuando me estaban clavando una aguja ¡¡¡Sin ser consciente de ello, lo aseguro!!! Tengo que decir que han sido muchas conversaciones con la Psicóloga las que me han llevado a pensar que era yo la que me provocaba el desmayo y no la SANGRE QUE ME SACABAN O LA AGUJA QUE SE CLAVABA.  Pero también tengo que decir que BUSCAR EN EL PASADO me ayudó a comprender como había asociado determinados estímulos médicos al miedo. Pero del pasado no voy a hablar hoy.

   Bueno, pues vuelvo a confesarme. No me he desmayado desde aquel día del piso de la playa. He estado a punto pero no me ha pasado. Desde Septiembre no he perdido el control... y sí que me han sacado sangre y me han hecho muchas más pruebas. Sin embargo, lo he pasado bastante mal con cada una de las pruebas. Y una cosa he aprendido. Que no puedo evitar ESTAR NERVIOSA. Recuerdo que mi Psicóloga me decía que mi objetivo no era EVITAR LA ANSIEDAD. Me decía que era imposible NO SENTIR CIERTO GRADO DE ANSIEDAD porque eso era símbolo de que ESTABA VIVA. Todos necesitamos cierta ansiedad para poder afrontar distintas situaciones de nuestra vida: hacer un examen, conducir, pegar un frenazo para evitar chocar con otro coche, responder a una pregunta oral ante mucha gente...  En relacion al embarazo, yo siempre me he sentido muy pequeña. He visto a muchas embarazadas a las puertas de las consultas y a todas las veia con UN GRAN TROFEO EN LA MANO. Las veía como unas campeonas. Pensaba que no estaban nerviosas. Pero la Psicóloga me decia que no era posible no ponerse nerviosa con tantas pruebas que nos hacen, aunque solo fuera por la incertidumbre de como estaba su bebé.

Y ante todo eso, tuve que hacer frente también a las ALTERACIONES EMOCIONALES Y SENSITIVAS que se experimentan en el embarazo, que hacen que la mujer se vaya adaptando poco a poco a la idea de la maternidad.

   Así, en las siguientes ecografías, mientras la ginecóloga intentaba hacer su trabajo, yo me peleaba con mis miedos, mis respiraciones, mis sudores, mis diarreas por los nervios... incluso días de antes. Recuerdo una película titulada "UNA MENTE MARAVILLOSA" donde el protagonista padecía de esquizofrenia y me sentí identificada con la parte del final, cuando ya es viejo. El protagonista va haciendo su vida teniendo alrededor a los personajes imaginarios que él había creado. Al final se acostumbra a ellos e intenta hacerles frente como puede, con tranquilidad y aceptándo su problema

   Si alguna embarazada o madre lee esto me gustaria saber qué piensa al respecto de las pruebas y el sentir ansiedad y nervios.

         Porque resulta que mientras que la embarazada persigue en la pantalla del ecógrafo la sombra de la figura de su bebé, el especialista indaga las posibles patologías. Para la madre es un embarazo con un desarrollo normal; para el obstetra, cualquier embarazo es susceptible de torcerse.  Y esto ¿no os ha provocado nervios? Y como el trabajo del ginecólogo consiste en escudriñar el punto por el que una gestación puede desviarse, se pone manos a la obra con intensidad y esmero. Toma muestras de sangre, de orina, de líquido amniótico, de tejido uterino, de material recogido de la zona de la vagina y del recto e imágenes a dos dimensiones, en tres y hasta en cuatro del desarrollo fetal. Por protocolo médico, cada embarazo es sometido a unos estadios de control exhaustivo a mi entender.

     ¿Y CÓMO ESTOY AHORA QUE ME QUEDAN TAN SOLO 2 SEMANAS PARA CUMPLIR?

            Si tengo que ser sincera... he optado por la opción que más me beneficia. NO DARLE VUELTAS AL COCO. Ya le he dado demasiadas durante los anteriores 8 meses y pico que llevo. Muchas conversaciones con mi pareja sobre como será, como ocurrirá todo, que si puede pasar esto o aquelllo, que si no puedo ayudar porque mis miedos me pueden, que si no me entiende el personal sanitario, que si me tratan mal, que si el lugar, que si rompo aguas o no, que si empiezo primero con dolores, que si cumplo y no nace y entonces me tienen que inducir (a lo que le tengo miedo porque dicen que las contracciones son  más dolorosas), que si la epidural, que si los puntos, que si la episiotomía, que si una cesárea porque se complica, que si se da la vuelta en el último momento, que si me entra andiedad en ese momento de empujar, que si no siento las piernas...

    Me podría dedicar a ser adivina o a algún trabajo relacionado con la creatividad, porque se me ocurren un sin fin de cosas. Hoy he oído en la radio una conversación sobre la ANSIEDAD. Se decía que LOS ANSIOSOS NO DISFRUTAN NI DEL AYER, NI DEL HOY NI DEL MAÑANA. Y ya me he cansado de ser ANSIOSA. Me he cansado de tener que jugar A SER ADIVINA... DE TENER QUE ANTICIPAR TODO. Se sufre mucho con ello. ASÍ QUE por lo menos el tiempo que me queda de embarazo quiero estar tranquila, que mi mente esté liberada y que sea lo que TENGA QUE SER.

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