"Solo tú eres dueño de tu vida"
Hoy he estado en mis clases especiales de preparación al parto. Digo especiales porque no son las del centro de salud. Mi pareja y yo asistimos a otras clases que imparten en un centro que aboga por los métodos naturales ante el parto. Lo ví por internet, me pareció interesante y se lo propuse.
Hoy ha tocado hablar del PUERPERIO. Y lo curioso es que hemos tocado este tema desde otras perspectiva totalmente distinta a como la imparten en el centro de salud. Recuerdo que allí nos hablaban de los sangrados, los loquios, los entuertos... de un sin fin de aspectos técnicos y fisiológicos. Son aspectos muy importantes a tratar, sobre todo para que la mujer no se asuste ante determinados cambios físicos, sepa emplear una higiene adecuada o sepa actuar ante una posible hemorragia, aspectos que también hemos tratado hoy en mis clases especiales. Pero... ¿y el aspecto emocional de la mujer?
Nos explicaba Choni (la matrona de mis clases especiales) que durante el embarazo, la mujer es controlada por médicos, matronas, ginecólogos, públicos, privados, enfermeros... la mujer se ve sometida a gran cantidad de pruebas como análisis de sandre, controles de peso, test de azúcar, control de la tensión... etc. Incluso la sociedad llega a tratar a la mujer embarazada de manera especial:
- Espera, ten cuidado, ya lo hago yo no te vayas a caer.
- No le digas eso que no debe tomarse disgustos, que lleva a la criatura en su interior.
- Eso es mucho peso, déjame que lo lleve yo.
- ¡Estás guapíiisima!! Te sienta muy bien el embarazo.
Y me quedo corta, porque hay cantidad de comentarios de los que podemos comprender ese trato especial que siente la gente debe prestarte por estar embarazada.
Y DE REPENTE.............DAS A LUZ.....Y ....... ¡¡¡PUMBAAAAAAAAAAA!!!!
Es como si la mujer dejase de existir y no necesitase atención alguna. Entonces todo el mundo quiere ir a casa. Todo el mundo llama a casa. Parece la centralita. Todo el mundo quiere ver al bebé (lógico y normal). Hasta aqui bien. La familia más cercana entiendo que tenga ese deseo tan fuerte de ver a la criatura.
Pero todos sabemos que hay todo tipo de visitas: visitas inesperadas, que se presentan sin avisar cuando la mujer está recién parida y bastante agotada. Visitas que vienen a ver a la criatura y a que les pongas un café y unos dulces. Visitas que en definitiva no vienen a ayudar. Visitas que los primeros días después del parto aparecen con gran entusiasmo y después desaparecen del mapa por completo.
Creo que resutlta fundamental dialogar con tu pareja estos aspectos para tener claro cómo actuar en estos primeros momentos de la vida de tu hijo/a.
Yo, personalmente pienso que son momentos que nunca más voy a poder vivir (por lo menos con este hijo) y no tengo por qué dejar que nadie me arrebate esa intimidad que creo voy a necesitar durante los primeros días.
Y es que en estos días estás en un proceso de ADAPTACIÓN. Estás conociéndo a tu bebé, analizando sus movimientos, sus llantos, sus miradas, sus llamadas, sus necesidades. Supongo que a su vez se añaden los problemas o dificultades de ser "Primeriza". Debes comenzar a hacer cosas que NUNCA HAS PROBADO NI HECHO. Además, podemos añadir todos los cambios hormonales y físicos que sufre la mujer en esos primeros días. Dicen que te sientes un poco triste, insegura y a veces impotente porque no puedes físicamente hacer todas las cosas que te planificas (acabas de salir de un parto).
Y ante todos estos cambios debes comprender las necesidades de los demás (que quieran ver a tu bebé). Creo que hay casos y casos. Me explico.
Hay visitas que vienen realmente a ayudar. Te traen comida, te lavan y planchan la ropa, te van a comprar al supermercado, te quitan el polvo de la casa e incluso llegan a preguntarte "¿cómo estás?". Esas visitas son las que realmente merecen que les abras la puerta. Porque ... ¿alguien se preguntado qué necesita un bebé recién nacido de a penas UN DÍA DE VIDA? La respuesta es clara.... NECESITA A SU MADRE. Necesita oler a su madre, escuchar la voz de su madre, sentir el calor de su madre. Ha estado 9 meses en su interior y le pese a quien le pese, es a la madre a la única que conoce.
Nos comentaba la matrona que los bebés se despistan mucho con los olores los primeros días. Ese desconcierto no es bueno. Ellos necesitan estabilidad, tranquilidad. Cuando un bebé no huele a su madre, no se siente tranquilo.
Por otro lado, los bebés no razonan. Su cerebro es aún muy primitivo. Ellos no entienden por ejemplo que cuando no oyen o no huelen a la madre, ésta se encuentra cerca, aunque la madre esté en la cocina a tan solo unos pocos metros. No entienden de espacio ni de tiempo. De ahí la importancia de la proximidad y el contacto físico con la madre.
He escuchado muchas cosas y no quiero que me ocurran a mí. Por ejemplo, la típica madre, abuela o suegra, que sin actuar con mala intención, te indican la manera de proceder. Te dicen: "Yo con el mío lo hacía así y me fue muy bien"...."No lo estás haciendo bien, debes hacer de esta otra forma"... "Es mejor así..." "Está llorando porque quiere......"
Antes todos estos comentarios, a veces entiendo que la madre se sienta como una inútil. Y yo añado estas respuestas:
"Yo con el mío lo hacía así y me fue muy bien..." : Mi bebé tiene su propio manual de instrucciones y se lo vamos a realizar improvisando su padre y yo. Nos equivocaremos... pero.... en la vida para aprender hay que equivocarse. Y lo que le vino bien a tu hijo/a a lo mejor no le viene bien al mío.
No lo estás haciendo bien, debes hacerlo de esta otra forma"... : Lo estoy haciendo como mejor sé hacer. Es mi primera vez ¿No crees que necesito una oportunidad?
"Está llorando porque quiere......" : déjame un tiempo para estar con él/ella. Creo que necesito más tiempo para saber lo que le pasa.
Mi pareja me dice que no debo ser tan negativa. Que puede que me encuentre muy bien y pueda hacer frente a todos esos cambios de una manera que me sorprenda a mí misma.
Pero yo creo que aunque me encuentre bien voy a necesitar ese espacio solitario y único de "mamá-bebé".
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