Ring, ring. El despertador se ha puesto en marcha. Mama Yolanda abre los ojos para comenzar un nuevo, largo y bonito día. Saca al perro a hacer sus necesidades y desayuna fuerte para luchar con 23 alumnos con muchas ganas de dar guerra pero con un gran corazón.
Después de corregir, pintar, escribir, arrancar hojas de cuadernos, recordar las normas de clase que se olvidan e impartir distintos aspectos del currículo, mama Yolanda coge su coche para continuar la faena.
Llega a casa y su Andrea la ve... y en ese mismo instante mama Yolanda no puede quitarse de su vista, porque como lo haga Andrea llora reclamándola. Por ello, en diversas ocasiones, mama Yolanda debe llegar a casa escondiéndose antes de poder estar disponible para su niña.
Ya empieza a dar sus primeros pasos con ayuda y sola. Pierde su equilibrio y algunos sustos nos ha dado.
Ayer por primera vez estaba con su papa y de repente, al ver a mama Yolanda pronunció una palabra muy importante en la vida de MAMA YOLANDA: MAMÁ.
Enseguida la cogí en brazos mientras me asomaban unas pequeñas lágrimas en los ojos de la emoción. Pregunté a Papá Fran si el también lo había escuchado. Enseguida dijo que sí, como un poco indignado.
Creíamos que sus primeras palabras eran papá pero no ha sido así. BABABABA pero al final MAMA.
Sabe perfectamente reclamarme y llamarme para que la coja en brazos.
- DAME UN BESITO
(abre la boca acercándose a mi cara).
ES PRECIOSAAAAAA MI ANDREA.
