- Parece que la colada es lo suyo. En cuanto me pongo a hacer cositas por la casa ella hace como que me ayuda... le encantar darme los platos y vasos limpios del lavavajillas.
Pero la cosa no queda ahí. Coge su escoba y empieza a barrer la casa, hablando, chapurreando. Después, coge el recogedor y como buena imitadora, se acerca a la basura, la abre como puede y eleva el recogedor para tirar lo que ha recogido, como lo hace mamá y papá.
No me puedo descuidar ni un segundo. En cuanto lo hago y ve que está callada, miro y la encuentro con una tajada de sandía de la basura, con un pañal, o chupando alguna lata de cerveza vacía. Es lo que hay. El mundo es muy divertido ahora. Hay muchas cosas que descubrir.
Tan solo espero que cuando tenga 18 años años me ayude tanto y esté tan pegadita a mí. Me da a mi que no va a ser así.
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