PRIMER MES Y PLAYITA

Parece que nos vamos adaptando poco a poco. El domingo salimos de excursión a nuestra casa de la playa que se encuentra en el mar menor.
Cogimos los bártulos y para allá fuimos a relajarnos.

Pero antes fuimos a ver a mi suegra porque quería ver a la niña. Llegamos y como no, la suegra orgullosa echándole fotos a la niña que si en el árbol de allí, que si en las plantas de allá. Ella decía:

- Si, para que después veas que estabas con la abuela aqui y allí.

Yo mirando, o apretando algún botón de cámara de vez en cuando.


Una vez en la playa, subimos unas cuantas cosas  a la casa y nos dimos una vuelta pero... SORPRESA. Nada más pisar con el carrito la calle Andrea se pone a llorar... TIENE HAMBRE. Entonces para no tener que volver, nos fuimos a un parque que estaba al lado.

ANECDOTA CHORRITO INESPERADO

Andrea se engancha con ganas al pezón izquierdo y Mi marido al lado izquierdo sentado y mirando. Yo me despisto mirando el paisaje y de repente, miro a la niña que se había soltado... sus ojos llenos de leche porque un CHORRITO INESPERADO salía con fuerza hacia su cara. Yo que empiezo a CHILLAR: AYYYY NOOOO. Me muevo hacia la izquierda y SORPRESA, mi marido chillando - Nooo que me mojas a mi,. muchachaaaaaa, tapa ese chorro. La anecdota fue graciosa y hoy la recordábamos.

LLEGAMOS A UN CHIRINQUITO DE MADERA AL LADO DE LA PLAYA

Para variar como no... estaba lleno de gente y no me molan los sitios agobiantes... y menos ahora con la niña. Así que ... decidimos volver.

COMIDA INDIA

Encargamos comida india. Fran fue a recogerla y comimos en casa. A Andrea intenté meterla en la habitación con la luz apagada. Estaba ya dormida pero parece que huele que aún no es de noche. Así que al rato de sentarnos a comer empieza a llorar. Si la ponemos al lado nuestra no llora. Y además, desde el carrito nos mira acostadita, porque tiene unos ojos muy grandes... jeje como yo cuando era pequeña.

LA SIESTA

Se duerme encima mía un rato pero yo no puedo dormir. El papi si que ronca... y jo si que ronca si.

LA TARDE

Necesito respirar aire puro pero yo sola. Me marcho unos 45 minutos a andar por la playa, tranquilamente, analizando mi último mes, el cómo me ha cambiado la vida, el cómo he cambiado yo, mi forma de mirar hacia el futuro. Siento de todo... me siento rara, distinta... como más responsable. Ya no soy la niña de hace un mes. Porque creo tener un hijo te marca una antes y un después. Y que niña era antes..a  pesar de mis 31 tacos. Qué niña que solo pensaba en sí misma, en lo que iba a hacer a cada momento sin tener que planificar pensando en nadie.

También me pongo a pensar en mi relación de pareja, que como ya he comentado en otra entrada, ha cambiado y bastante. La tónica es la "falta de tiempo" para hacer cualquier cosa, hasta para mirarnos. Todos estos pensamientos me hacen entrar en un estado de tristeza y añoranza del que aún no me he desprendido. Cuando llego a la casa, la niña estaba llorando porque quería teta. La cojo y después le comento a mi marido esos pensamientos. Los dos charlamos sobre lo difícil que ha sido este último mes. Y es que parece que aunque tengamos a la niña yo necesite algo... no se... de vez en cuando una conversacion tranquila, un abrazo, un beso... creo que todos necesitamos eso. Cualquier ser humano, esté en las circunstancias en las que esté. Y es que nuestras conversaciones siempre versan sobre Andrea (cosa que no me importa para nada, porque si hablamos poco, qué menos que de nuestra princesa). 

Y ahora pienso que es fundamental que la pareja dedique o planifique o prevea algún tiempo para hacer cosas juntos (cosa que le digo en la conversacion). Pero por motivos que yo se, parece que nuestra conversacion no ha servido de mucho. Espero que la cosa cambie... porque sino... no sé si terminaré desilusionada... y la desilusión para mí es peor que cualquier otro estado.

 

Bueno... dejo esta entrada con una fotito... porque una imagen vale más que mil palabras.

UN besito mi niña.